desaparece el asfalto,
los centros comerciales.
Eres el antídoto
contra los trenes de alta velocidad,
contra la medicina a golpe de antibióticos y pastillas,
contra la expansión del amor de usar y tirar
en los bares de fin de semana.
El hueco entre tus labios
deshace las guerras y los bombardeos,
desintegra a los tiranos,
adormece terremotos.
Con el brillo de tus ojos
das ternura al mundo.
Con la curva de tu nuca
haces cantar a un niño.
Cómo cambia el mundo
cuando me miras.